La formación británica arrasó en un Sant Jordi Club a rebosar y volverá en verano con Judas Priest

Ante aquella máxima de que, en la vida, solo comete errores aquel que toma decisiones, Lemmy Kilminster optó hace mucho por ajustarse el cinturón de balas, colgarse el bajo Rickenbecker a la altura del pecho y seguir disparando metralla desde el mismo punto y hacia la misma diana. «Somos Motörhead y tocamos rock'n'roll», soltó al inicio del show. We are Motörhead nos dio la bienvenida, y Stay clean puso el punto de anclaje histórico. Bienvenidos al disco en directo No sleep 'til Hammersmith... tres décadas después.
CLÁSICOS DE AYER Y HOY/ Pero el grupo no se limitó a un repertorio de clásicos y ofreció canciones de todas sus épocas: de Metropolis y Over the top a piezas de discos modernos como
Rock out y The thousand names of God. Lemmy presentó con humor I got mine, de Another perfect day, como «una canción de 1983, antes de que nacierais, jua, jua», y la aplastante In the name of tragedy como «una bonita pieza para relajarnos». Hubo breves momentos solistas de Phil Campbell y Mickey Dee (más que nada, para que el cabecilla, que el día 24 cumplirá 65 años, tomara aire unos minutos), y una bélica recta final con Going to Brazil, Killed by death, Ace of spades y la propina de Overkill. No hubo baladas, ni set acústico. Viva.
1 comentario:
Grandes, muy grandes, pero me quedo con la noticia: en el 2011 vienen con los JUDAS
Publicar un comentario